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03/05/23
Hoy existen ascensores de varios tipos y para todas las necesidades. Hay ascensores rápidos, panorámicos, acristalados, equipados con todas las comodidades, como wifi o pantallas LED. En esencia, una propuesta articulada que incluye muchas herramientas. Son muchas y están repartidas por todo el mundo, especialmente en lo que respecta a los ascensores rápidos, que alcanzan récords muy interesantes.
Los ascensores rápidos, sobre todo cuando un edificio es considerablemente más alto, no son una ventaja menor, ya que permiten llegar a pisos altos ahorrando no sólo un esfuerzo considerable, ¡sino también mucho tiempo! De hecho, entre un modelo y otro puede haber diferencias considerables en cuanto a ascensores rápidos, entre otras cosas porque una cosa es tener que dar servicio quizás a un edificio de cuatro plantas y otra muy distinta tener que hacerlo con un edificio que a su vez alcanza las diez o más.
En general, los ascensores se consideran instalaciones de servicio, porque su función principal es transportar personas a los pisos. También son un sistema indispensable para las personas con discapacidades y dificultades de movilidad. Sin embargo, hay ascensores de rascacielos en todo el mundo que son auténticas atracciones. Hablamos de los ascensores más rápidos del mundo, que no sólo son verdaderas obras maestras de la ingeniería porque están situados a alturas impresionantes, sino que además se puede subir en ellos en cuestión de minutos.
En estos casos, tomar el ascensor se convierte en una experiencia que también pone en aprietos a quienes padecen vértigo o no se llevan bien con los espacios reducidos.
En consecuencia, también se requiere un mantenimiento muy profesional de los ascensores rápidos, ya que la operación puede tener que realizarse en condiciones muy especiales. De hecho, estos modelos se caracterizan por diseños únicos y están fabricados con materiales que deben tratarse con destreza específica.
Los ascensores comerciales han recorrido un largo camino desde la instalación del primero para pasajeros en Nueva York en 1857. Por aquel entonces, los ascensores más rápidos recorrían unos 12 metros por minuto, es decir, mucho más despacio que andando.
Sin embargo, la aplicación sistemática de mejoras tecnológicas y de ingeniería en las últimas décadas ha propiciado un cambio increíble en la velocidad, y ahora los ascensores rápidos viajan a una velocidad asombrosa.
Las verdaderas maravillas de la alta tecnología son los ascensores que se construyen sobre todo en los países asiáticos, donde existe una constante lucha por la supremacía en este ámbito. Asia es sin duda el continente más rápido en este sentido, con China, Taiwán y Japón albergando algunos de los ascensores de pasajeros más rápidos del mundo.
El ascensor más rápido del mundo se inauguró en octubre de 2016: es el Guangzhou CTF Finance Centre, en Guangzhou (China). Los ascensores de este edificio fueron fabricados por Hitachi y transportaron pasajeros desde la planta baja hasta la noventa y cinco en solo 43 segundos. La velocidad calculada es de 72 kilómetros por hora (km/h). Además de lo ascensor rápido que es, gracias a los motores magnéticos, los ingenieros de este récord también han pensado en la comodidad del ascensor: la presión del aire está regulada para que no provoque molestias de oídos pegajosos (también típicas en los aviones) y se utilizan rodillos especiales para absorber las clásicas vibraciones del ascensor. Además, la empresa japonesa también se ha ocupado del desarrollo del sistema de frenado y del equipo de seguridad para paradas de emergencia en caso de que se detecte una velocidad excesiva. Hitachi no es ajena a este tipo de logros. En 1968 construyó el ascensor más rápido de la época, capaz de alcanzar una velocidad de 300 metros por minuto (m/min).
El segundo ascensor más rápido del mundo es el de la Torre de Shanghai, en Shanghai (China). Un edificio de 128 plantas y 632 metros de altura, entre las plantas 84 y 110 se encuentra el Jin Jiang Hotel, el hotel más alto del mundo. Hay 106 ascensores en total, algunos de ellos de dos pisos. Tienen una velocidad de 69 kilómetros por hora (km/h) y se tardan 65 segundos en llegar a la cima.
Sin embargo, el tercer ascensor más rápido del mundo es el Taipei 101, en Taipei (Taiwán). Tiene 508 metros de altura, el trayecto de abajo a arriba dura unos 30 segundos y su velocidad es de unos 61 kilómetros por hora (km/h).
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